Panal de miel son los dichos suaves. Suavidad al alma y medicina á los huesos.
LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.
Por lo cual, consolaos los unos á los otros, y edificaos los unos á los otros, así como lo hacéis.
Al que vacilaba, enderezaban tus palabras, Y esforzabas las rodillas que decaían.
Manzana de oro con figuras de plata Es la palabra dicha como conviene.
Alégrase el hombre con la respuesta de su boca: Y la palabra á su tiempo, cuán buena es!
Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal; para que sepáis cómo os conviene responder á cada uno.