Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera. El Señor sea con todos vosotros.
Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: mas confiad, yo he vencido al mundo.
Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti se ha confiado.
No penséis que he venido para meter paz en la tierra: no he venido para meter paz, sino espada. Porque he venido para hacer disensión del hombre contra su padre, y de la hija contra su madre, y de la nuera contra su suegra. Y los enemigos del hombre serán los de su casa.
Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres.
Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Apártase del mal, y haga bien; Busque la paz, y sígala.
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor:
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz creyendo, para que abundéis en esperanza por la virtud del Espíritu Santo.
Engaño hay en el corazón de los que piensan mal: Mas alegría en el de los que piensan bien.
Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo; Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.
He aquí Dios es salud mía; aseguraréme, y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, el cual ha sido salud para mí.
No volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia. Porque El que quiere amar la vida, Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártase del mal, y haga bien; Busque la paz, y sígala.
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me harás estar confiado.