El corazón alegre produce buena disposición: Mas el espíritu triste seca los huesos.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
No lo que entra en la boca contamina al hombre; mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre.
Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.
Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.
LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Sean las costumbres vuestras sin avaricia; contentos de lo presente; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.
De tal manera que digamos confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me hará el hombre.
La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.
O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, ó haced el árbol corrompido, y su fruto dañado; porque por el fruto es conocido el árbol. Generación de víboras, ¿cómo podéis hablar bien, siendo malos? porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas: y el hombre malo del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio; Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y cautivando todo intento á la obediencia, de Cristo;