Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre á los santificados.