El hombre malo, el hombre depravado, Anda en perversidad de boca; Guiña de sus ojos, habla con sus pies, Indica con sus dedos; Perversidades hay en su corazón, anda pensando mal en todo tiempo; Enciende rencillas. Por tanto su calamidad vendrá de repente; Súbitamente será quebrantado, y no habrá remedio. Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma:
HUYE el impío sin que nadie lo persiga: Mas el justo está confiado como un leoncillo. Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos: Mas por el hombre entendido y sabio permanecerá sin mutación. El hombre pobre y robador de los pobres, Es lluvia de avenida y sin pan. Los que dejan la ley, alaban á los impíos: Mas los que la guardan, contenderán con ellos. Los hombres malos no entienden el juicio: Mas los que buscan á Jehová, entienden todas las cosas. Mejor es el pobre que camina en su integridad, Que el de perversos caminos, y rico. El que guarda la ley es hijo prudente: Mas el que es compañero de glotones, avergüenza á su padre. El que aumenta sus riquezas con usura y crecido interés, Para que se dé á los pobres lo allega. El que aparta su oído para no oir la ley, Su oración también es abominable. El que hace errar á los rectos por el mal camino, Él caerá en su misma sima: Mas los perfectos heredarán el bien....
Porque Dios traerá toda obra á juicio, el cual se hará sobre toda cosa oculta, buena ó mala.
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta á alguno:
Porque tú no eres un Dios que ame la maldad: El malo no habitará junto á ti.
Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque á Dios; Todos se apartaron, á una fueron hechos inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno: Sepulcro abierto es su garganta; Con sus lenguas tratan engañosamente; Veneno de áspides está debajo de sus labios; Cuya boca está llena de maledicencia y de amargura; Sus pies son ligeros á derramar sangre; Quebrantamiento y desventura hay en sus caminos; Y camino de paz no conocieron: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Sabemos que somos de Dios, y todo el mundo está puesto en maldad.
AY de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder.
Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia á todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan:
Matará al malo la maldad; Y los que aborrecen al justo serán asolados.
Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados: porque si no creyereis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.
Y que seamos librados de hombres importunos y malos; porque no es de todos la fe.
Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; pues que vendrán los tiempos del refrigerio de la presencia del Señor,
Salmo de Asaph. CIERTAMENTE bueno es Dios á Israel, A los limpios de corazón. Mas yo, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. Porque tuve envidia de los insensatos, Viendo la prosperidad de los impíos. Porque no hay ataduras para su muerte; Antes su fortaleza está entera. No están ellos en el trabajo humano; Ni son azotados con los otros hombres. Por tanto soberbia los corona: Cúbrense de vestido de violencia. Sus ojos están salidos de gruesos: Logran con creces los antojos del corazón. Soltáronse, y hablan con maldad de hacer violencia; Hablan con altanería. Ponen en el cielo su boca, Y su lengua pasea la tierra. Por eso su pueblo vuelve aquí, Y aguas de lleno le son exprimidas....
Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios;
AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu.
Salmo de David. NO te impacientes á causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
Porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme: porque no en vano lleva el cuchillo; porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo.