La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.
Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.
Mas lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.
Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio;
Panal de miel son los dichos suaves. Suavidad al alma y medicina á los huesos.
Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mas ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, torpes palabras de vuestra boca.
El que guarda su boca guarda su alma: Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
LA blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.
El que guarda su boca y su lengua, Su alma guarda de angustias.
Si alguno piensa ser religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino engañando su corazón, la religión del tal es vana.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío
HERMANOS míos, no os hagáis muchos maestros, sabiendo que recibiremos mayor condenación. Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, que también puede con freno gobernar todo el cuerpo. He aquí nosotros ponemos frenos en las bocas de los caballos para que nos obedezcan, y gobernamos todo su cuerpo. Mirad también las naves: aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quisiere el que las gobierna. Así también, la lengua es un miembro pequeño, y se gloría de grandes cosas. He aquí, un pequeño fuego cuán grande bosque enciende! Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Así la lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, é inflama la rueda de la creación, y es inflamada del infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres de la mar, se doma y es domada de la naturaleza humana: Pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado; llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas....
La sana lengua es árbol de vida: Mas la perversidad en ella es quebrantamiento de espíritu.
¿Has visto hombre ligero en sus palabras? Más esperanza hay del necio que de él.