El rico se enseñoreará de los pobres; Y el que toma prestado, siervo es del que empresta.
No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley.
El impío toma prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da.
No estés entre los que tocan la mano, Entre los que fían por deudas. Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?
Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel.
HIJO mío, si salieres fiador por tu amigo, Si tocaste tu mano por el extraño, Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo: Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo. No des sueño á tus ojos, Ni á tus párpados adormecimiento. Escápate como el corzo de la mano del cazador, Y como el ave de la mano del parancero.