Por tanto así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te repondré, y delante de mí estarás; y si sacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos á ti, y tú no te conviertas á ellos.
He aquí, heredad de Jehová son los hijos: Cosa de estima el fruto del vientre.
Porque en mis ojos fuiste de grande estima, fuiste honorable, y yo te amé: daré pues hombres por ti, y naciones por tu alma.
Hay oro y multitud de piedras preciosas: Mas los labios sabios son vaso precioso.