Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados. Porque á los que antes conoció, también predestinó para que fuesen hechos conformes á la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos; Y á los que predestinó, á éstos también llamó; y á los que llamó, á éstos también justificó; y á los que justificó, á éstos también glorificó.
No me elegisteis vosotros á mí, mas yo os elegí á vosotros; y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca: para que todo lo que pidiereis del Padre en mi nombre, él os lo dé.
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor; Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad,
Mas cuando plugo á Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,
Y todos los que moran en la tierra le adoraron, cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida del Cordero, el cual fué muerto desde el principio del mundo.
Y los Gentiles oyendo esto, fueron gozosos, y glorificaban la palabra del Señor: y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.
Fué pues palabra de Jehová á mí, diciendo: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te dí por profeta á las gentes.
Jesús le respondió: ¿No he escogido yo á vosotros doce, y uno de vosotros es diablo?
Y si el Señor no hubiese abreviado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos que él escogió, abrevió aquellos días. Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo; ó, He aquí, allí está, no le creáis. Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiese hacer, aun á los escogidos. Mas vosotros mirad; os lo he dicho antes todo. Empero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor; Y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes que están en los cielos serán conmovidas; Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria.
Vestíos pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañas de misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de tolerancia;
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable.
Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados.
He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.
YO pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados; Con toda humildad y mansedumbre, con paciencia soportando los unos á los otros en amor; Solícitos á guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Un cuerpo, y un Espíritu; como sois también llamados á una misma esperanza de vuestra vocación: Un Señor, una fe, un bautismo, Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todas las cosas, y por todas las cosas, y en todos vosotros. Empero á cada uno de nosotros es dada la gracia conforme á la medida del don de Cristo. Por lo cual dice: Subiendo á lo alto, llevó cautiva la cautividad, Y dió dones á los hombres. (Y que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero á las partes más bajas de la tierra? El que descendió, él mismo es el que también subió sobre todos los cielos para cumplir todas las cosas.)...
Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor;