Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo. Y el mundo se pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.
Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Honra á Jehová de tu sustancia, Y de las primicias de todos tus frutos;
Salmo de David. JEHOVA es mi pastor; nada me faltará.
En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.
Mozo fuí, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su simiente que mendigue pan. En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su simiente es para bendición.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ó por necesidad; porque Dios ama el dador alegre.
El rico se enseñoreará de los pobres; Y el que toma prestado, siervo es del que empresta.
Pues si en las malas riquezas no fuísteis fieles. ¿quién os confiará lo verdadero?
Porque ¿cuál de vosotros, queriendo edificar una torre, no cuenta primero sentado los gastos, si tiene lo que necesita para acabarla?
Al Músico principal: sobre Neginoth: Salmo de David. RESPONDEME cuando clamo, oh Dios de mi justicia: Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar: Ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Jehová te bendiga, y te guarde:
El bueno dejará herederos á los hijos de los hijos; Y el haber del pecador, para el justo está guardado.
Tesoro codiciable y pingüe hay en la casa del sabio; Mas el hombre insensato lo disipará.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Canten y alégrense los que están á favor de mi justa causa, Y digan siempre: Sea ensalzado Jehová, Que ama la paz de su siervo.
Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma: y ninguno decía ser suyo algo de lo que poseía; mas todas las cosas les eran comunes. Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran esfuerzo; y gran gracia era en todos ellos. Que ningún necesitado había entre ellos: porque todos los que poseían heredades ó casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido, Y lo ponían á los pies de los apóstoles; y era repartido á cada uno según que había menester.
Mía es la plata, y mío el oro, dice Jehová de los ejércitos.