Yo conozco tus obras: he aquí, he dado una puerta abierta delante de ti, la cual ninguno puede cerrar; porque tienes un poco de potencia, y has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo.
Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
DE cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y robador. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz: y á sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y como ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Mas al extraño no seguirán, antes huirán de él: porque no conocen la voz de los extraños. Esta parábola les dijo Jesús; mas ellos no entendieron qué era lo que les decía. Volvióles, pues, Jesús á decir: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y robadores; mas no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta: el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar, y matar, y destruir: yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia....
Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora á tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.
Entrad por la puerta estrecha: porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva á perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva á la vida, y pocos son los que la hallan.
Bienaventurado el hombre que me oye, Velando á mis puertas cada día, Guardando los umbrales de mis entradas.
Empero estaré en Efeso hasta Pentecostés; Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.
Porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.
Yo soy la puerta: el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
Y daréle sus viñas desde allí, y el valle de Achôr por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
DESPUÉS de estas cosas miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo: y la primera voz que oí, era como de trompeta que hablaba conmigo, diciendo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de ser después de éstas.
Hermanos, no os quejéis unos contra otros, porque no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda.
Pon, oh Jehová, guarda á mi boca: Guarda la puerta de mis labios.
En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó.
Si bien hicieres, ¿no serás ensalzado? y si no hicieres bien, el pecado está á la puerta: con todo esto, á ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.
Cuando vine á Troas para el evangelio de Cristo, aunque me fué abierta puerta en el Señor,
Entra luego, y cierra la puerta tras ti y tras tus hijos; y echa en todos los vasos, y en estando uno lleno, ponlo aparte.
Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los Gentiles, Para que seas salud hasta lo postrero de la tierra.