Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno ó malo.
Si la obra de alguno fuere quemada, será perdida: él empero será salvo, mas así como por fuego.
Y de la manera que está establecido á los hombres que mueran una vez, y después el juicio;
De cierto te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.
No entrará en ella ninguna cosa sucia, ó que hace abominación y mentira; sino solamente los que están escritos en el libro de la vida del Cordero.
Porque el siervo que entendió la voluntad de su señor, y no se apercibió, ni hizo conforme á su voluntad, será azotado mucho.