AMO á Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas. Porque ha inclinado á mí su oído, Invocaré le por tanto en todos mis días. Rodeáronme los dolores de la muerte, Me encontraron las angustias del sepulcro: Angustia y dolor había yo hallado. Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo: Libra ahora, oh Jehová, mi alma. Clemente es Jehová y justo; Sí, misericordioso es nuestro Dios. Jehová guarda á los sinceros: Estaba yo postrado, y salvóme. Vuelve, oh alma mía, á tu reposo; Porque Jehová te ha hecho bien. Pues tú has librado mi alma de la muerte, Mis ojos de lágrimas, Y mis pies de desbarrar. Andaré delante de Jehová En la tierra de los vivientes. Creí; por tanto hablé, Estando afligido en gran manera....
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.