Y Ruth respondió: No me ruegues que te deje, y que me aparte de ti: porque donde quiera que tú fueres, iré yo; y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada: así me haga Jehová, y así me dé, que sólo la muerte hará separación entre mí y ti.
Ahora pues, no temas, hija mía: yo haré contigo lo que tú dijeres, pues que toda la puerta de mi pueblo sabe que eres mujer virtuosa.
Y estas son las generaciones de Phares: Phares engendró á Hesrón; Y Hesrón engendró á Ram, y Ram engendró á Aminadab; Y Aminadab engendró á Nahasón, y Nahasón engendró á Salmón; Y Salmón engendró á Booz, y Booz engendró á Obed; Y Obed engendró á Isaí, é Isaí engendró á David.
Había ya de largo tiempo esta costumbre en Israel en la redención ó contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba á su compañero: y este era el testimonio en Israel.