Sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con masedumbre y reverencia á cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros:
Y todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias á Dios Padre por él.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de ánimo, como al Señor, y no á los hombres;
Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.
Por cuanto todos pecaron, y están distituídos de la gloria de Dios;
Y les dijo: Id por todo el mundo; predicad el evangelio á toda criatura.
Por precio sois comprados; no os hagáis siervos de los hombres.
En el cuidado no perezosos; ardientes en espíritu; sirviendo al Señor;
No hay Judío, ni Griego; no hay siervo, ni libre; no hay varón, ni hembra: porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.