No comas pan de hombre de mal ojo, Ni codicies sus manjares: Porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su corazón no está contigo. Vomitarás la parte que tú comiste, Y perderás tus suaves palabras.
En todo os he enseñado que, trabajando así, es necesario sobrellevar á los enfermos, y tener presente las palabras del Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir.
Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, demándela á Dios, el cual da á todos abundantemente, y no zahiere; y le será dada.
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos: Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, que con facilidad comuniquen; Atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano á la vida eterna.