No os ha tomado tentación, sino humana: mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podeís llevar; antes dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar.
Someteos pues á Dios; resistid al diablo, y de vosotros huirá.
Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad es presto, mas la carne enferma.
Porque en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer á los que son tentados.
Y como llegó á aquel lugar, les dijo: Orad que no entréis en tentación.