El corazón alegre hermosea el rostro: Mas por el dolor de corazón el espíritu se abate.
Bienaventurados los que lloran: porque ellos recibirán consolación.
PUES tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Mas él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste á los soberbios, y da gracia á los humildes.
Y limpiará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y la muerte no será más; y no habrá más llanto, ni clamor, ni dolor: porque las primeras cosas son pasadas.
ES pues la fe la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado á su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Mejor es el enojo que la risa: porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.