No cortaréis en redondo las extremidades de vuestras cabezas, ni dañarás la punta de tu barba.
Lo cual como fué hecho saber á David, envió á encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey hizo decir les: Estaos en Jericó hasta que os vuelva á nacer la barba, y entonces regresaréis.