Tú estableciste todos los términos de la tierra: El verano y el invierno tú los formaste.
Cuando ya brotan, viéndolo, de vosotros mismos entendéis que el verano está ya cerca.
Y díjoles una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles: Cuando ya brotan, viéndolo, de vosotros mismos entendéis que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo sea hecho. El cielo y la tierra pasarán; mas mis palabras no pasarán. Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.
Todavía serán todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega, y el frío y calor, verano é invierno, y día y noche, no cesarán.
De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se enternece, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca:
De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca.
Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Volvióse mi verdor en sequedades de estío. (Selah.)
ASI me ha mostrado Jehová: y he aquí un canastillo de fruta de verano.
Pasóse la siega, acabóse el verano, y nosotros no hemos sido salvos.
COMO la nieve en el verano, y la lluvia en la siega, Así conviene al necio la honra.