Corona de honra es la vejez, Que se hallará en el camino de justicia.
En los viejos está la ciencia, Y en la larga edad la inteligencia.
Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo: yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.
Aun en la vejez fructificarán; Estarán vigorosos y verdes;
Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, Hasta que denuncie tu brazo á la posteridad, Tus valentías á todos los que han de venir.
Por tanto, no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día.
No me deseches en el tiempo de la vejez; Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
Que los viejos sean templados, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia.
Mas los que esperan á Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.
Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor: Yo Jehová.
La gloria de los jóvenes es su fortaleza, Y la hermosura de los viejos la vejez.
Los días de nuestra edad son setenta años; Que si en los más robustos son ochenta años, Con todo su fortaleza es molestia y trabajo; Porque es cortado presto, y volamos.
Las viejas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas á mucho vino, maestras de honestidad:
Y en mitad de la siesta se levantará bonanza; Resplandecerás, y serás como la mañana:
Y vendrás en la vejez á la sepultura, Como el montón de trigo que se coge á su tiempo.
Mozo fuí, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su simiente que mendigue pan.
Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años.
Corona de los viejos son los hijos de los hijos; Y la honra de los hijos, sus padres.
Y ACUÉRDATE de tu Criador en los días de tu juventud, antes que vengan los malos días, y lleguen los años, de los cuales digas, No tengo en ellos contentamiento; Antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y las nubes se tornen tras la lluvia: Cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas, porque han disminuído, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; Y las puertas de afuera se cerrarán, por la bajeza de la voz de la muela; y levantaráse á la voz del ave, y todas las hijas de canción serán humilladas; Cuando también temerán de lo alto, y los tropezones en el camino; y florecerá el almendro, y se agravará la langosta, y perderáse el apetito: porque el hombre va á la casa de su siglo, y los endechadores andarán en derredor por la plaza: Antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto á la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; Y el polvo se torne á la tierra, como era, y el espíritu se vuelva á Dios que lo dió.