2Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes á él, porque le veremos como él es. 3Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
4Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.