2Porque vosotros sabéis bien, que el día del Señor vendrá así como ladrón de noche, 3Que cuando dirán, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores á la mujer preñada; y no escaparán. 4Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas, para que aquel día os sobrecoja como ladrón; 5Porque todos vosotros sois hijos de luz, é hijos del día; no somos de la noche, ni de las tinieblas. 6Por tanto, no durmamos como los demás; antes velemos y seamos sobrios. 7Porque los que duermen, de noche duermen; y los que están borrachos, de noche están borrachos. 8Mas nosotros, que somos del día, estemos sobrios, vestidos de cota de fe y de caridad, y la esperanza de salud por yelmo. 9Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Señor Jesucristo;