8Por tanto no te avergüences del testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo; antes sé participante de los trabajos del evangelio según la virtud de Dios, 9Que nos salvó y llamó con vocación santa, no conforme á nuestras obras, mas según el intento suyo y gracia, la cual nos es dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, 10Mas ahora es manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte, y sacó á la luz la vida y la inmortalidad por el evangelio; 11Del cual yo soy puesto predicador, y apóstol, y maestro de los Gentiles. 12Por lo cual asimismo padezco esto: mas no me avergüenzo; porque yo sé á quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.