3Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo: 4Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor; 5Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo á sí mismo, según el puro afecto de su voluntad,