18Y no os embriaguéis de vino, en lo cual hay disolución; mas sed llenos de Espíritu; 19Hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y canciones espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20Dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo: 21Sujetados los unos á los otros en el temor de Dios.
22Las casadas estén sujetas á sus propios maridos, como al Señor. 23Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el que da la salud al cuerpo. 24Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo.
25Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella, 26Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra, 27Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha....