6Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre. 7Así que ya no eres más siervo, sino hijo, y si hijo, también heredero de Dios por Cristo.
8Antes, en otro tiempo, no conociendo á Dios, servíais á los que por naturaleza no son dioses: 9Mas ahora, habiendo conocido á Dios, ó más bien, siendo conocidos de Dios, ¿cómo os volvéis de nuevo á los flacos y pobres rudimentos, en los cuales queréis volver á servir?