10Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra; Y los cielos son obras de tus manos: 11Ellos perecerán, mas tú eres permanente; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura; 12Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Empero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.