23Y entrando él en el barco, sus discípulos le siguieron. 24Y he aquí, fué hecho en la mar un gran movimiento, que el barco se cubría de las ondas; mas él dormía. 25Y llegándose sus discípulos, le despertaron, diciendo: Señor, sálvanos, que perecemos. 26Y él les dice: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió á los vientos y á la mar; y fué grande bonanza. 27Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y la mar le obedecen?