El hombre falto de entendimiento toca la mano, Fiando á otro delante de su amigo.
No estés entre los que tocan la mano, Entre los que fían por deudas. Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?
Con ansiedad será afligido el que fiare al extraño: Mas el que aborreciere las fianzas vivirá confiado.
HIJO mío, si salieres fiador por tu amigo, Si tocaste tu mano por el extraño, Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo: Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo. No des sueño á tus ojos, Ni á tus párpados adormecimiento. Escápate como el corzo de la mano del cazador, Y como el ave de la mano del parancero. Ve á la hormiga, oh perezoso Mira sus caminos, y sé sabio; La cual no teniendo capitán, Ni gobernador, ni señor, Prepara en el verano su comida Y allega en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo:...
El rico se enseñoreará de los pobres; Y el que toma prestado, siervo es del que empresta.
Mejor es que no prometas, que no que prometas y no pagues.
El impío toma prestado, y no paga; Mas el justo tiene misericordia, y da.
HIJO mío, si salieres fiador por tu amigo, Si tocaste tu mano por el extraño, Enlazado eres con las palabras de tu boca, Y preso con las razones de tu boca. Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo: Ve, humíllate, y asegúrate de tu amigo. No des sueño á tus ojos, Ni á tus párpados adormecimiento. Escápate como el corzo de la mano del cazador, Y como el ave de la mano del parancero.
No debáis á nadie nada, sino amaros unos á otros; porque el que ama al prójimo, cumplió la ley.
Y si prestareis á aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué gracias tendréis? porque también los pecadores prestan á los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pués, á vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo: porque él es benigno para con los ingratos y malos.
Abrirte ha Jehová su buen depósito, el cielo, para dar lluvia á tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás á muchas gentes, y tú no tomarás emprestado.