No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es á Jehová tu Dios cualquiera que esto hace.
Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó vestidos costosos.
El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas; Sino el hombre del corazón que está encubierto, en incorruptible ornato de espíritu agradable y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.
Y les harás pañetes de lino para cubrir la carne vergonzosa; serán desde los lomos hasta los muslos:
Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó vestidos costosos. Sino de buenas obras, como conviene á mujeres que profesan piedad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin ira ni contienda. Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó vestidos costosos. Sino de buenas obras, como conviene á mujeres que profesan piedad.
Considerando vuestra casta conversación, que es en temor. El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas; Sino el hombre del corazón que está encubierto, en incorruptible ornato de espíritu agradable y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.
El adorno de las cuales no sea exterior con encrespamiento del cabello, y atavío de oro, ni en compostura de ropas;
Porque uno cree que se ha de comer de todas cosas: otro que es débil, come legumbres. El que come, no menosprecie al que no come: y el que no come, no juzgue al que come; porque Dios le ha levantado.
Por lo cual, la mujer debe tener señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles.
Y todo lo que hacéis, sea de palabra, ó de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias á Dios Padre por él.
Entonces Pedro, abriendo su boca, dijo: Por verdad hallo que Dios no hace acepción de personas;
El sacerdote se pondrá su vestimenta de lino, y se vestirá pañetes de lino sobre su carne; y cuando el fuego hubiere consumido el holocausto, apartará él las cenizas de sobre el altar, y pondrálas junto al altar.
Y he aquí, una mujer que le sale al encuentro Con atavío de ramera, astuta de corazón,
SED imitadores de mí, así como yo de Cristo. Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os enseñé. Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo. Todo varón que ora ó profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza. Mas toda mujer que ora ó profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se rayese. Porque si la mujer no se cubre, trasquílese también: y si es deshonesto á la mujer trasquilarse ó raerse, cúbrase. Porque el varón no ha de cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios: mas la mujer es gloria del varón. Porque el varón no es de la mujer, sino la mujer del varón. Porque tampoco el varón fué criado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón. Por lo cual, la mujer debe tener señal de potestad sobre su cabeza, por causa de los ángeles....
La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello? Por el contrario, á la mujer criar el cabello le es honroso; porque en lugar de velo le es dado el cabello.
Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, siendo sujetas á sus maridos:
Hay camino que al hombre parece derecho; Empero su fin son caminos de muerte.
Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia,
Vino después Jehú á Jezreel: y como Jezabel lo oyó, adornó sus ojos con alcohol, y atavió su cabeza, y asomóse á una ventana.
NO verás el buey de tu hermano, ó su cordero, perdidos, y te retirarás de ellos: precisamente los volverás á tu hermano. Y si tu hermano no fuere tu vecino, ó no le conocieres, los recogerás en tu casa, y estarán contigo hasta que tu hermano los busque, y se los devolverás. Y así harás de su asno, así harás también de su vestido, y lo mismo harás con toda cosa perdida de tu hermano que se le perdiere, y tú la hallares: no podrás retraerte de ello. No verás el asno de tu hermano, ó su buey, caídos en el camino, y te esconderás de ellos: con él has de procurar levantarlos. No vestirá la mujer hábito de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer; porque abominación es á Jehová tu Dios cualquiera que esto hace. Cuando topares en el camino algún nido de ave en cualquier árbol, ó sobre la tierra, con pollos ó huevos, y estuviere la madre echada sobre los pollos ó sobre los huevos, no tomes la madre con los hijos: Dejarás ir á la madre, y tomarás los pollos para ti; para que te vaya bien, y prolongues tus días. Cuando edificares casa nueva, harás pretil á tu terrado, porque no pongas sangre en tu casa, si de él cayere alguno. No sembrarás tu viña de varias semillas, porque no se deprave la plenitud de la semilla que sembraste, y el fruto de la viña. No ararás con buey y con asno juntamente....