Mas ahora, dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, maledicencia, torpes palabras de vuestra boca.
Ninguna palabra torpe salga de vuestra boca, sino la que sea buena para edificación, para que dé gracia á los oyentes.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío
Ni palabras torpes, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias.
Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio;
Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos á los hombres, los cuales son hechos á la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, no conviene que estas cosas sean así hechas.
El libro de aquesta ley nunca se apartará de tu boca: antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme á todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
MEM. Cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Y será que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros viejos soñarán sueños, y vuestros mancebos verán visiones.
En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos.
Y gimas en tus postrimerías, Cuando se consumiere tu carne y tu cuerpo, Y digas: Cómo aborrecí el consejo, Y mi corazón menospreció la reprensión; Y no oí la voz de los que me adoctrinaban, Y á los que me enseñaban no incliné mi oído! Casi en todo mal he estado, En medio de la sociedad y de la congregación. Bebe el agua de tu cisterna, Y los raudales de tu pozo. Derrámense por de fuera tus fuentes, En las plazas los ríos de aguas. Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial; Y alégrate con la mujer de tu mocedad. Como cierva amada y graciosa corza, Sus pechos te satisfagan en todo tiempo; Y en su amor recréate siempre. ¿Y por qué, hijo mío, andarás ciego con la ajena, Y abrazarás el seno de la extraña?...
La muerte y la vida están en poder de la lengua; Y el que la ama comerá de sus frutos.