Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Salmo de David. NO te impacientes á causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán presto cortados, Y decaerán como verdor de renuevo. Espera en Jehová, y haz bien; Vivirás en la tierra, y en verdad serás alimentado. Pon asimismo tu delicia en Jehová, Y él te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda á Jehová tu camino, Y espera en él; y él hará. Y exhibirá tu justicia como la luz, Y tus derechos como el medio día. Calla á Jehová, y espera en él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades. Déjate de la ira, y depón el enojo: No te excites en manera alguna á hacer lo malo. Porque los malignos serán talados, Mas los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra. Pues de aquí á poco no será el malo: Y contemplarás sobre su lugar, y no parecerá....
Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. Danos hoy nuestro pan cotidiano. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos á nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal: porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Clama á mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.
Jehová te guardará de todo mal: El guardará tu alma.
EL que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo á Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en él confiaré. Y él te librará del lazo del cazador: De la peste destruidora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad. No tendrás temor de espanto nocturno, Ni de saeta que vuele de día; Ni de pestilencia que ande en oscuridad, Ni de mortandad que en medio del día destruya. Caerán á tu lado mil, Y diez mil á tu diestra: Mas á ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás, Y verás la recompensa de los impíos. Porque tú has puesto á Jehová, que es mi esperanza. Al Altísimo por tu habitación, No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada....
He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.
Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos.
Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.
Entonces invocarás, y oirte ha Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad;
Echando toda vuestra solicitud en él, porque él tiene cuidado de vosotros.
Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho.
SED imitadores de mí, así como yo de Cristo. Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os enseñé.
Alabaré yo el nombre de Dios con cántico, Ensalzarélo con alabanza. Y agradará á Jehová más que sacrificio de buey, O becerro que echa cuernos y uñas.
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y gerreáis, y no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
Que sin temor librados de nuestros enemigos, Le serviríamos
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
Pues las ramas, dirás, fueron quebradas para que yo fuese ingerido. Bien: por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, antes teme. Que si Dios no perdonó á las ramas naturales, á ti tampoco no perdone. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad para contigo, si permanecieres en la bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
Salmo de David. JEHOVA es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará yacer: Junto á aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma; Guiárame por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo: Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores: Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida: Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra; porque están maduras sus uvas.
Por tanto procuramos también, ó ausentes, ó presentes, serle agradables: Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio del cuerpo, ora sea bueno ó malo.