19Pues las ramas, dirás, fueron quebradas para que yo fuese ingerido. 20Bien: por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, antes teme. 21Que si Dios no perdonó á las ramas naturales, á ti tampoco no perdone. 22Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad para contigo, si permanecieres en la bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.