7Y observando cómo escogían los primeros asientos á la mesa, propuso una parábola á los convidados, diciéndoles: 8Cuando fueres convidado de alguno á bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más honrado que tú esté por él convidado, 9Y viniendo el que te llamó á ti y á él, te diga: Da lugar á éste: y entonces comiences con vergüenza á tener el lugar último. 10Mas cuando fueres convidado, ve, y siéntate en el postrer lugar; porque cuando viniere el que te llamó, te diga: Amigo, sube arriba: entonces tendrás gloria delante de los que juntamente se asientan á la mesa. 11Porque cualquiera que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.
12Y dijo también al que le había convidado: Cuando haces comida ó cena, no llames á tus amigos, ni á tus hermanos, ni á tus parientes, ni á vecinos ricos; porque también ellos no te vuelvan á convidar, y te sea hecha compensación. 13Mas cuando haces banquete, llama á los pobres, los mancos, los cojos, los ciegos; 14Y serás bienaventurado; porque no te pueden retribuir; mas te será recompensado en la resurrección de los justos.