1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 93 94 95 96 97 98 99 100 101 102 103 104 105 106 107 108 109 110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121 122 123 124 125 126 127 128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142 143 144 145 146 147 148 149 150
1Salmo de David. JEHOVA, á ti he clamado; apresúrate á mí; Escucha mi voz, cuando te invocare. 2Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. 3Pon, oh Jehová, guarda á mi boca: Guarda la puerta de mis labios. 4No dejes se incline mi corazón á cosa mala, A hacer obras impías Con los que obran iniquidad, Y no coma yo de sus deleites. 5Que el justo me castigue, será un favor, Y que me reprenda será un excelente bálsamo. Que no me herirá la cabeza: Así que aun mi oración tendrán en sus calamidades. 6Serán derribados en lugares peñascosos sus jueces, Y oirán mis palabras, que son suaves. 7Como quien hiende y rompe la tierra, Son esparcidos nuestros huesos á la boca de la sepultura. 8Por tanto á ti, oh Jehová Señor, miran mis ojos: En ti he confiado, no desampares mi alma. 9Guárdame de los lazos que me han tendido, Y de los armadijos de los que obran iniquidad. 10Caigan los impíos á una en sus redes, Mientras yo pasaré adelante.